miércoles, 24 de septiembre de 2014

Comentarios de clase

El 16 de septiembre se habló de los hermanos Lumiere.

Cuando los hermanos Lumière trabajaban en el diseño de su cinematógrafo, la mayoría de los problemas técnicos que comportaban la filmación y la exhibición de películas ya estaban resueltos. Sin necesidad de bucear en invenciones menos conocidas, es sabido que el kinetoscopio del estadounidense Thomas Alva Edison permitía ya por esa época el visionado de imágenes en movimiento. Los inventores franceses, fundamentalmente, diseñaron un sistema que permitía la proyección de películas en grandes espacios. Pero precisamente con ello dieron el primer paso para la creación de las modernas salas de cine, a las que cientos de miles de personas en todo el mundo acuden hoy a diario para admirar los filmes de sus actores y directores favoritos. Es justo decir, por lo tanto, que con el invento de los Lumière nació una de las industrias que más influencia ha tenido en la cultura y en la sociedad contemporáneas.

Los hermanos Auguste y Louis Lumière nacieron en Besançon el 19 de octubre de 1862 y el 5 de octubre de 1864, respectivamente, en el seno de una familia de pequeños industriales, en una época en que la burguesía capitalista celebraba sus primeras victorias. Auguste era un muchacho tímido y retraído, más parecido a su madre, la parisina Jeanne Josephine Costille; Louis, por el contrario, era decidido y animoso. Sin duda, a éste le estaba reservado el llevar la iniciativa y la acción, mientras que Auguste parecía destinado al papel de comparsa sumiso y obediente. Siempre se mantuvieron muy unidos, al menos hasta el nacimiento del cinematógrafo; después, cada uno tomaría distinto camino.

Su padre, Antoine Lumière, natural de Ormoy, Haute Saône, había trabajado en su juventud como pintor de rótulos para comercios. Se trasladó luego a Besançon, dispuesto a dedicarse a la fotografía. En 1870 se fue con su familia a Lyon y abrió un estudio fotográfico; por entonces abandonó definitivamente la pintura, que sólo cultivaría como pasatiempo ocasional. Envió a sus hijos a estudiar a la escuela industrial Martinière de aquella ciudad. La salud de Louis era frágil; le aquejaban frecuentes jaquecas que le impedían asistir a clase con regularidad. Ello le obligaba a pasar largas temporadas en casa, donde se familiarizó pronto con las actividades de su padre y cultivó sus aficiones favoritas: la música, el dibujo y la escultura, para las que estaba muy bien dotado. Más tarde asistiría al conservatorio de música de Lyon para estudiar piano y composición.

Hacia 1880, cuando hicieron su aparición las placas secas de bromuro de plata, que comportaron un significativo avance en las técnicas fotográficas, Antoine Lumière se planteó la posibilidad de producirlas en serie. Vendió su estudio y montó una fábrica en el suburbio lionés de Montplaisir. Sin embargo, se precipitó en sus cálculos. No calibró adecuadamente los muchos inconvenientes que presentaba la elaboración de aquellas placas y, sin apenas darse cuenta, se vio envuelto en un sinfín de problemas que hacían peligrar seriamente la continuidad de la empresa.

Fueron sus hijos, particularmente Louis, quienes le sacaron del apuro en 1882, cuando consiguieron preparar una nueva fórmula, la de las plaques etiquette bleue, que se adaptaban mejor a la producción en gran escala. Las Usines Lumière no sólo se salvaron sino que experimentaron un gran crecimiento, con una producción anual de más de un millón y medio de placas al cabo de tres años. Encarrilada la situación económica, los hermanos Lumière pudieron contraer matrimonio. Su futuras consortes serían, como ellos, dos hermanas: Marguerite y Rose Wincler, esposas respectivamente de Auguste y de Louis.

El cinematógrafo

El interés de los hermanos Lumière por las «fotografías animadas» se despertó cuando, en 1894, su padre les trajo de París el kinetoscopio de Edison, incómodo aparato en el que era necesario aplicar el ojo a un visor para poder contemplar una película. Ambos hermanos pensaron de inmediato en los enormes beneficios que supondría un aparato capaz de proyectar aquellas imágenes sobre una pantalla. Sin duda influyó en ellos el éxito en París del «teatro óptico» en el que Emile Reynaud proyectaba vistas animadas, aunque en bandas dibujadas a mano.


Para obtener fotografías animadas sobre una pantalla era necesario hacer pasar la banda de imágenes ante una linterna mágica. La mayor dificultad consistía en concebir un mecanismo que, cada vez que un fotograma pasase ante el objetivo, lo inmovilizase a fin de que pudiera ser proyectado. Siendo la persistencia retiniana de una décima de segundo, habría que proyectar al menos diez imágenes por segundo para conseguir la ilusión del movimiento. Sabido esto, los Lumière se centraron en la búsqueda de un mecanismo que proyectase dieciséis imágenes por segundo. Su idea era que, a cada segundo, el mecanismo debía tirar de la banda dieciséis veces e inmovilizarla otras tantas, y, al mismo tiempo, abrir o cerrar el objetivo, permitiendo o impidiendo el paso de luz, según que la imagen estuviese quieta o en movimiento.

El problema resultaba bastante complejo, y los hermanos ensayaron numerosos mecanismos, ninguno de ellos satisfactorio. Finalmente, Louis halló la solución en una noche de insomnio. Pero fue Auguste quien contó el cuándo y el cómo. «Era a fines del año 1894. Una mañana entré en la habitación de mi hermano, que no se encontraba bien y guardaba cama. Me dijo que no había dormido y que, en el silencio de la noche, había perfilado las condiciones que nos permitirían alcanzar el objetivo que perseguíamos, imaginando un mecanismo capaz de resolver el problema. Me explicó que era necesario imprimir a una cápsula portaagujas un movimiento alterno, parecido al de un mecanismo de las máquinas de coser. Las agujas penetran en las perforaciones practicadas en los márgenes de la película y le imprimen un impulso; finalmente se retiran y dejan inmóvil la película, mientras el sistema de deslizamiento vuelve a la posición primitiva. Fue una revelación. En una noche, mi hermano había inventado el cinematógrafo.»

Dibujados los planos del aparato, Louis encargó su construcción a Eugène Moisson, mecánico jefe de las Usines Lumière. El primer cinematógrafo, que era al mismo tiempo tomavistas y proyector, fue patentado el 13 de febrero de 1895. Louis empezó a rodar con él las primeras películas, de una longitud de 17 metros cada una (casi un minuto de proyección) que era la máxima capacidad que permitía la máquina.
En esta nueva tarea, su preparación artística le sirvió de mucho. La selección del enfoque requerido, la búsqueda de la mejor exposición y la elección de las fases esenciales del movimiento pronto dejaron de ser un secreto para él. No tardó en aplicar estos conocimientos al rodaje del que había de ser el primer film de la historia del cine: La salida de los obreros de la fábrica Lumière.

Con esta película, el cinematógrafo fue presentado el día 22 de marzo de 1895 a los asistentes a una conferencia sobre el nuevo invento, organizada con este objeto en la Société d'Encouregement à l'Industrie Nationale, en París. Dos meses más tarde, el 10 de junio, Louis obtuvo un sonado éxito en el congreso de sociedades fotográficas realizado en Lyon al proyectar La llegada de los congresistas a Neuville-sur-Saône, film rodado el día anterior y que se considera el primer noticiario filmado. La perfección técnica y la sensacional novedad de las películas de Louis hicieron que el cinematógrafo se impusiese sobre todos los sistemas alternativos. Había llegado el momento de enfrentarse directamente al público, abriendo la primera sala cinematográfica.

El primer cine

Los hermanos Lumière alquilaron en París un local grande y espacioso, el Salon Indien, situado en los sótanos del Grand Café, muy cerca de la Ópera. La sesión inaugural tuvo lugar el 28 de diciembre de 1895. La entrada costaba un franco y el espectáculo duraba media hora. Allí se proyectarían La llegada de un tren a la estación y El regador regado, los dos mejores filmes de Louis, y otras diez películas más. El éxito fue clamoroso. La noticia recorrió rápidamente la ciudad y, tres semanas después, la asistencia diaria llegaba a las tres mil personas.

Cartel publicitario del Cinematógrafo Lumière
Aunque Louis Lumière rodó muchos otros filmes, siempre permaneció fiel a los temas documentales e históricos y a los breves episodios «cómicos», de una notoria ingenuidad. Sus pretensiones nunca fueron más lejos. Sin embargo, consiguió despertar auténticas pasiones y vocaciones, como la del hábil prestidigitador francés Georges Méliès, que, desde su asistencia a la sesión inaugural del Salon Indien, se dedicó de lleno a la cinematografía, pero con un talante bien distinto al de Louis. Méliès huía tanto de la anécdota real como de la banal, y puso el nuevo instrumento al servicio del arte y de la fantasía.

En 1903, tras varios años de sesiones en el Salon Indien, los hermanos Lumière se separaron y tomaron rumbos muy distintos. Louis se mantuvo al frente de la fábrica de Montplaisir. Ensayó el color y el relieve tanto en la fotografía como en el cine. Fue el primero en probar la «pantalla grande» y la «circular» o panorámica, anticipándose en casi sesenta años al «circorama» del director y productor cinematográfico Walt Disney. Durante la Primera Guerra Mundial preparó una nueva mezcla para impedir que el aceite se congelara en los motores de aviación. Dedicó su inventiva a la ortopedia, fabricando un tipo muy ingenioso de mano artificial. En 1944, cuando residía en Bandol en espera de la muerte, que llegaría cuatro años más tarde (el 6 de junio de 1948), dijo: «Soy feliz de poder encontrar todavía en el trabajo el mejor medio para soportar la dureza y la angustia de los tiempos en que vivimos».

fotografía y el cine y se dedicó a cultivar la biología y la fisiología, disciplinas por las que mostró siempre una particular inclinación. En 1914 inauguró un gran centro de investigación en Lyon, los Laboratoires Lumière, con clínica incluida, en estrecha colaboración con un equipo de prestigiosos médicos. Realizó estudios sobre diversas enfermedades: el cáncer, el tétanos y la tuberculosis reclamaron sobremanera su atención. Sus trabajos llenaron más de veinte volúmenes. Entre sus obras, cabe destacar La vie, la muladie et mort, en la que resucitaba la teoría hipocrática de los humores, y Horizonts de la medicine. Sus puntos de vista, bastante heterodoxos, fueron rechazados por la mayoría de la clase médica, que le echó en cara su formación autodidacta y su condición de advenedizo. Sin embargo, la Academie de Medicine acabó aceptándolo como uno de sus miembros. Vivió hasta edad muy avanzada, sorprendiéndole la muerte en Lyon el 10 de abril de 1954.

La historia del cine es la historia de los creadores y pioneros, pero también la de los imperios cinematográficos. A partir de 1900 el cine empezó a convertirse en una industria competitiva, con duras guerras comerciales, como la guerra de las patentes desatada por Edison para monopolizar el mercado. En estos años se crearía el primer gran trust, la Motion Pictures Patents Company, además de la Universal, Paramount, Warner, Fox y Metro Goldwyn Mayer, germen de lo que, con la Columbia y la Universal Artists, iban a ser en Estados Unidos las majors o grandes productoras. También entonces nació Hollywood, en la costa oeste, lejos del poder de Edison. Pronto resultó evidente que los teatros de variedades y salas de kinetoscopio no eran los canales adecuados para la distribución cinematográfica, y en 1905 se inauguró la primera sala nickelodeon en Pittsburgh. La entrada costaba cinco centavos por película: era el comienzo de una nueva era.
 
Fuente: ww.biografiasyvidas.com

Además el profesor mostró una versión artesanal de Alicia en el país de las maravillas, en la cuan se muestra cómo fue posible llevar al cine, una obra literaria en el país de Argentina, 1976.

Video: https://www.youtube.com/watch?v=6bEAY6r1QK0

Comentarios de clase

En esta clase se habló de la relación de la historia y la literatura. Con la literatura revivimos la historia e inclusive se le enseña a las nuevas generaciones sobre lo que ya pasó pero que de igual manera tiene una gran importancia.

lunes, 22 de septiembre de 2014

¿Quién fue Lewis Caroll?



(Charles Lutwidge Dogson; Daresbury, Reino Unido, 1832-Guildford, id., 1898) Lógico, matemático, fotógrafo y novelista británico. Tras licenciarse en el Christ Church (1854), empezó a trabajar como docente y a colaborar en revistas cómicas y literarias, adoptando el seudónimo por el que sería universalmente conocido. En 1857 obtuvo una plaza como profesor de matemáticas, y cuatro años después fue ordenado diácono.

En 1862, en el curso de uno de sus paseos habituales con la pequeña Alice Liddell y sus dos hermanas, hijas del deán del Christ Church, les relató una historia fantástica, «Las aventuras subterráneas de Alicia». El libro se publicó en 1865, con el título de Alicia en el país de las maravillas; él mismo costeó la edición, que fue un éxito de ventas y recibió los elogios unánimes de la crítica, factores que impulsaron a Carroll a escribir una continuación, titulada A través del espejo y lo que Alicia encontró allí (1871).

La peculiar combinación de fantasía, disparate y absurdo, junto a incisivas paradojas lógicas y matemáticas, permitieron que las obras se convirtieran a la vez en clásicos de la literatura infantil y en inteligentes sátiras morales, llenas de apuntes filosóficos y lógicos, aunque naturalmente para un público adulto y atento.

Por otra parte, han sido objeto de diversas especulaciones las tendencias sexuales de Carroll, sobre todo en lo referente a sus numerosas amistades con niñas, a las que gustaba de fotografiar en las poses más variadas, ataviadas con multitud de vestimentas, e incluso desnudas.

Escribió también poesía, campo en el que destaca en su producción el poema narrativo La caza del snark, plagado también de elementos fantásticos. Además de diversos textos matemáticos, fue autor de trabajos dedicados a la lógica simbólica, con el propósito explícito de popularizarla, en los cuales apunta su inclinación por explorar los límites y las contradicciones de los principios aceptados.

Resumen de la lectura: La “cuestión social” en la literatura del realismo-naturalismo: dos dramas de mineros

Este tipo de literatura se encontraba con mayor fuerza de manera teatral por razones más fáciles de comprender, a partir de este punto  se analizan dos obras teatrales: Teresa, el único drama de Leopoldo Alas; Germinal (adaptación escénica de Émile Zola, sobre su propia novela) las dos obras coinciden en ser «dramas de mineros» y en sus muchas semejanzas y diferencias algunos aspectos políticos y literarios que probablemente sirven  de interesante ejemplo de cómo tratan literariamente la cuestión social dos de los nombres más ilustres en la literatura europea, en su corriente llamada naturalista.
 
La lectura aborda la cuestión social desde una mirada literaria, donde se comienza por analizar la postura del desnivel en las clases sociales afectaba el imaginario de las clases menos favorecidas, junto con este aspecto se trata la inclusión de la realidad de quien escribe y como afecta o se incluye esto en lo que escribe, surgiendo así lo que se denomina literatura obrera no por sus condiciones económicas si no por su contenido de tipo social perteneciente al  movimiento obrero que empleó como vehículo la difusión e ideas de consignas.



José Manuel González Herrán


miércoles, 10 de septiembre de 2014

Autores del periodo realista en la literatura moderna

PRINCIPALES AUTORES
Entre los novelistas españoles del Realismo cabe destacar a Juan Valera y su Pepita Jiménez, Emilia Pardo Bazán (muy influenciada por el Naturalismo) y Leopoldo Alas.
José María de Pereda
José María
Nació en Polanco (provincia de Santander, actual Cantabria) en 1833. Perteneciente a una familia hidalga, viajó mucho por el extranjero y fue diputado carlista, aunque más tarde se dedicó al cultivo de sus tierras y a la literatura. Contó con la amistad de Galdós, pese su opuesta ideología política. Murió en 1906 en su pueblo natal.
Juan Valera
Juan Valera
(1824-1905) perteneció a una familia aristócrata. Desempeñó misiones diplomáticas en varios países y ocupó importantes cargos políticos. Comenzó su carrera como novelista alrededor de los cincuenta años de edad. En sus últimos años fue víctima de una ceguera progresiva.
Pedro Antonio de Alarcón.
Pedro
Nació en Guadix (Granada) en 1833. Fue uno de los principales responsables de que el realismo se impusiera a la prosa romántica en boga en aquellos momentos. Fue político además de escritor y en su ideología evolucionó desde posturas liberales a más tradicionalistas.
Benito Pérez Galdós.
Benito
Es considerado como el escritor más representativo del movimiento. Nació en Las Palmas de Gran Canaria, en 1843.Estudió leyes en Madrid, donde conoció la vida de la Corte. En París, quedó perplejo ante las novelas de Balzac, quien influiría notablemente en su obra. Falleció, ciego, en 1920.

La masacre de las bananeras



La Masacre de las Bananeras ocurrió en la población colombiana de Ciénaga el 6 de diciembre de 1928 cuando un regimiento de las fuerzas armadas de Colombia abrió fuego contra un número indeterminado de manifestantes que protestaban por las pésimas condiciones de trabajo en la United Fruit Company.
El temor anticomunista del gobierno de Miguel Abadía Méndez que veía cerca la amenaza de una revolución obrera terminó demostrándose con la expedición de la ley 69 del 30 de octubre de 1928 que limitaba los derechos de los sindicatos y criminalizaba las exigencias de los trabajadores sobre los propietarios de empresas.
El número de muertos nunca se determinó y sigue siendo motivo de debate. Según la versión oficial del gobierno colombiano del momento sólo fueron Ocho. Hoy en día la United Fruit Company rebautizada como Chiquita Brands, protagonista de golpes de Estado, masacres y apoyo a dictaduras, ha ocasionado al menos 11.000 víctimas en la región del Uraba, a través de su financiación a grupos paramilitares que cuidan sus intereses.
Prensa2El velo con el que el poder quiso ocultar uno de los mas tristes episodios en la larga historia de las luchas campesinas, termino inmortalizado en la obra de Gabo, quizás nunca sepamos el numero de los muertos a manos de la United Fruit Company y del Ultimo presidente de la hegemonía goda Miguel Abadía Méndez, según un informe para el Departamento de Estado por parte del embajador norteamericano Jefferson Caffery,  las víctimas fatales eran más de mil. Lo que nunca olvidaremos los colombianos son los vagones llenos de muertos que transitaron el realismo mágico de 100 años de soledad como un espectral recordatorio de un país atormentado que hoy  busca la reconciliación.
Video: https://www.youtube.com/watch?v=kNhfkmOv88E

Felix Martínez Bonati



"... también esto que hago es contar una historia,
la de la evolución de ciertas formas narrativas y sus condiciones intelectuales".
Félix Martínez Bonati, La agonía del pensamiento romántico.
Félix Martínez Bonati es uno de los pensadores más notables en el ámbito de la cultura académica en Chile. Profesor por más de cincuenta años, ha consagrado su vida intelectual al estudio de las humanidades en general y de la literatura en particular. Se le considera una figura precursora de la teoría literaria en Chile, e incluso, junto al mexicano Alfonso Reyes (El deslinde, prolegómenos a la teoría literaria, 1944), ocupa un sitial fundacional respecto de la reflexión teórico-literaria en Latinoamérica. La importancia de la propuesta de Martínez Bonati radica en que logra reelaborar de forma novedosa los postulados fenomenológicos y aplicarlos a los fenómenos literarios.
La producción académica de Martínez Bonati se inició en los años cincuenta, misma época en la que surgía en Chile una de las más influyentes generaciones de las letras nacionales. En la década de 1960, formuló su primera teoría estética sobre la obra literaria, que volcó en el libro La estructura de la obra literaria. Allí postula que, al estar la obra literaria construida a partir de un lenguaje imaginario, la situación comunicativa es imaginaria también en su totalidad. Su teoría dialoga activamente con el discurso estructuralista de los años cincuenta, por cuanto concede gran importancia a las aportaciones de la Lingüística. Asimismo, incorpora como base filosófica los planteamientos de la corriente fenomenológica expuestos por Edmund Husserl a principios del siglo XX, como lo manifiesta en su libro La concepción del lenguaje en la filosofía de Husserl.
La producción teórica y crítica de Martínez Bonati es numerosa. Desarrolló su pensamiento teórico de manera progresiva y exhaustiva a través de publicaciones académicas en las diversas instituciones donde se desempeñó como docente. Su labor crítica y hermenéutica se ve reflejada en volúmenes como La agonía del pensamiento románticoLas ideas estéticas de SchillerEl quijote y la poética de la novela y La ficción narrativa, su lógica y ontología. En sus obras se observa el tránsito desde la más pura formulación conceptual, pasando por el análisis interpretativo en el que aplica dichas categorías teóricas, hasta el ejercicio crítico que efectúa en sus publicaciones más recientes.
En el ámbito académico nacional, Martínez Bonati es contemporáneo al teórico y crítico literario Cedomil Goic, quien ha desarrollado un exhaustivo modelo generacional estructuralista para la interpretación y el análisis historiográfico de la literatura chilena. Asimismo, es reconocido como maestro de una generación de intelectuales que ha desarrollado y ampliado, críticamente, sus propuestas teóricas en torno a la ficción y la literatura.
Fuente: www.memoriachilena.cl

martes, 9 de septiembre de 2014

Comentarios de clase

Pudimos conocer sobre los tropos,  la superestructura ideolígica, las corrientes o movimientos literarios y algunos de sus autores.


Tropos y Figuras literarias:
Es el uso de una expresión con un significado o contexto diferente al habitual. Normalmente su uso es para dar un significado más profundo.
Superestructura ideológica
Según el marxismo, la superestructura jurídico-política es una de las estructuras regionales del modo de producción, y está constituida por el conjunto de ideas, creencias, costumbres, etc.,

martes, 2 de septiembre de 2014

Comentarios de clase

En esta clase indagamos sobre la literatura de la transmodernidad y la secuencia ideológica desde Grecia hasta Europa. En la clase se habló de autores, a través de los cuales se explicó la transición de la democracia, la economía, la religión y de los medios de comunicación. 
Alunos de los autores que abordamos fueron: 
Yukio Mishima
(Hiraoka Kimitake; Tokio, 1925 - 1970) Prolífico escritor japonés, autor de más de veinte novelas, decenas de piezas teatrales y numerosos cuentos, poemas, artículos y ensayos. Su temática audaz y descarnada, atenta a los aspectos más oscuros de las pasiones humanas, contrasta con la delicadeza y contención de su estilo. Probablemente el escritor nipón más conocido en el extranjero, trazó con doloroso detalle el desarrollo de la personalidad y el efecto devastador de las crueles paradojas de deseo y rechazo, de belleza y violencia, que la van conformando. De él dijo el galardonado Y. Kawabata: "No comprendo cómo me han dado el premio Nobel a mí existiendo Mishima. Un genio literario como el suyo lo produce la humanidad sólo cada dos o tres siglos. Tiene un don casi milagroso para las palabras".
Nacido en una familia de burguesía media, Mishima se vanagloriaba sin embargo de pertenecer por sus antepasados a la clase de los samuráis. Criado por su abuela, realizó los estudios en Gakushüim, la escuela por tradición reservada a la nobleza. Escribió su primer cuento a los trece años y a los dieciséis su primer libro de relatos, que coincidió con su ingreso en la Facultad de Derecho. Durante la Segunda Guerra Mundial trabajó en una fábrica aeronáutica, tras ser desestimado como piloto suicida. Sobrevivir a una guerra en la que habían muerto tantos compatriotas se convirtió para él en un trauma lacerante e imborrable.
Mishima recibió el influjo del Nihon romanha, o romanticismo japonés, que poniendo énfasis en la unidad del Japón y de sus valores culturales, servía de base de apoyo a la ideología nacionalista y dominaba el mundo literario de los años de la guerra. Sin embargo, también la literatura occidental moderna fue para Mishima objeto de destacado interés y de atenta lectura. Su primer trabajo extenso, El bosque en flor, fue publicado en 1941. Una característica de esta obra, como de El cigarrillo (1946), Ladrones (1946-48) y de otras que escribió en el período de la Segunda Guerra Mundial y en los años inmediatamente subsiguientes, es el total alejamiento de la trágica realidad de la guerra y de la derrota.
Tras obtener el doctorado en Derecho en 1947, fue encargado del Ministerio de Finanzas, pero tras un breve tiempo abandonó el empleo para dedicarse por entero a la actividad literaria. En junio de 1949 publicóConfesiones de una máscara, obra que cosechó un inmediato éxito y que supuso su definitiva consagración en el mundo literario. Aunque en general se acogió la novela con un juicio favorable, algunos críticos mostraron perplejidad y reservas frente a la particularidad del tema (la confesión por parte del protagonista de su homosexualidad) que ciertamente representaba una novedad en la literatura japonesa. Confesiones de una máscara es la historia del itinerario interior del protagonista a través de los recuerdos de la primera infancia hasta las fantasías de la adolescencia, y del lento y aceptado proceso de toma de conciencia de su diferencia y de la incapacidad, experimentada hasta el límite, de amar al sexo opuesto.
Mishima buscó a menudo en la literatura clásica japonesa una fuente de inspiración: prueba de ello es la recreación en clave moderna de algunos dramas No en su Colección de cinco No modernos (1956), pero se sintió también atraído por los valores estéticos del clasicismo occidental. El pabellón de oro (1956) fue su obra de mayor éxito en los años cincuenta. Se trata del retrato de un joven monje fascinado y al mismo tiempo oprimido por la belleza de un famoso templo budista. En 1958, a su vuelta de un viaje a los Estados Unidos, Mishima se casó con la hija de un conocido pintor. La publicación en 1959 de la larga novela La casa de Kyokono recibió los favores de la crítica.
En los años sesenta la figura de Mishima es vista siguiendo las dos distintas pero inseparables facetas de su personalidad. El Mishima hombre de acción encontró su soporte teórico en la idea de que la verdad puede ser alcanzada sólo a través de un proceso intuitivo en el que pensamiento y acción no son dos modalidades distintas. Encontró la ejemplificación de ello y la summa de los más auténticos valores nipones en la ética de los samuráis. Fascinado por la ideología transmitida de los guerreros escribió El camino del samuraiEn defensa de la cultura (1968). Mishima se hace portavoz de la necesidad de restaurar los valores de la cultura prebélica y militarista.

La obsesión por la decadencia física y una concepción esteticista y masoquista del heroísmo le impulsaron a practicar halterofilia y artes marciales, y a llevar una vida turbulenta, signada por las actitudes retóricas y las posturas extremas. Era un maestro de la representación: actor de teatro, espadachín ritual, modelo de fotografías de simbología inquietante, adalid de una misoginia espartana. Desde 1955 Mishima había emprendido un intenso programa de actividad física que comprendía, además del body building, la práctica de las artes marciales. El paso siguiente fue el inicio del adiestramiento militar en la base de Sietai, junto con un grupo de estudiantes universitarios.

Sin embargo, jamás descuidó su ingente producción literaria. Tras la posguerra publicaría un gran número de novelas, entre las que destacan, junto a las ya citadas,El color prohibido (1951), La muerte de la mitad del verano (1953), La voz de la onda (1954), El sabor de la gloria (1963) y Sed de amor (1964). Después del banquete (1960) fue una de sus novelas de más éxito. Poco tiempo después escribió Patriotismo (1961) yMuerte en la tarde y otros cuentos (1971), recopilación de relatos breves muy representativos de su romántica nostalgia por una época en la que todavía se podía morir en nombre de nobles ideales. Entre su producción teatral de estos años cabe destacar Madame de Sade (1965) yMi amigo Hitler (1968).

Su obra cumbre es, no obstante, la tetralogía El mar de la fertilidad, compuesta por las novelas Nieve de primavera (1966), Caballos desbocados (1968), El templo de la aurora (1970) y La corrupción de un ángel, completada esta última el mismo día de su muerte. Cada una corresponde a una reencarnación distinta del mismo ser: primero es un joven aristócrata, luego un fanático político de los años treinta, una princesa thai antes y después de la guerra y por fin un perverso huérfano de la década del sesenta.

El tema central en esta singular obra es la crítica a la sociedad nipona por la pérdida de los valores tradicionales; en resumen: una historia épica del "país del sol naciente" moderno. A Yukio Mishima le preocupaba la creciente occidentalización de su país y analizaba la transformación del Japón desde una perspectiva pesimista y crítica; para él esta metamorfosis resultaría estéril en el futuro de un país dueño de tantas y tan sabias tradiciones. Sus héroes son jóvenes rebeldes aspirantes a una pureza utópica. El autor recrea los rituales de la vida y de la muerte, de la transmigración y la purificación del alma, tan presentes en años de tradición japonesa.

La última novela de esta novedosa tetralogía, La corrupción de un ángel, terminada prácticamente el día del suicidio de su autor, se centra en la transformación hacia el individualismo de Toru, un joven imperturbable, prototipo de belleza masculina. Una evolución-involución, que a Toru le lleva a lograr una sublimación tal que es capaz de destruir su propia personalidad. Esta obra personal de notable belleza literaria, sin precedentes en la literatura moderna japonesa, contiene e invoca el sentido que para Mishima guardaba el honor y el respeto a las tradiciones. Su compromiso con la literatura y la cultura lo llevaba a rebelarse contra una sociedad sumida en el vacío espiritual y la decadencia moral.

En 1968 fundó con un grupo de amigos la Sociedad de los Escudos, una organización paramilitar de jóvenes que, desencantados con la debilidad de las instituciones imperiales y la obsecuencia constitucional del ejército, propiciaban un resurgimiento del Bushido, el tradicional código de honor samurai. Dos años más tarde, ocupó con su grupo, aunque sin uso de armas, la sede del estado mayor nipón en un intento de forzar la recuperación de los ideales heroicos de preguerra. El 25 de noviembre de 1970, ante el fracaso de su acción, se suicidó mediante el rito del seppuku al grito de "Larga vida al emperador".


William Butler Yeats 


(Dublín, 1865 - Roquebrune-Cap-Martin, Francia, 1939) Poeta y dramaturgo irlandés. Creador del estilo celta crepuscular, fue sin duda el máximo representante del renacimiento de la literatura irlandesa moderna, y uno de los autores más destacados del siglo XX. Recibió el Premio Nobel de literatura en 1923. El mayor logro de Yeats fue independizar la cultura irlandesa de los moldes ingleses, tanto en la temática como en la expresión. La poesía de Yeats suele estar inspirada en el paisaje, los ambientes y los mitos de la cultura tradicional irlandesa, especialmente en las leyendas de origen celta, con una constante preocupación por la musicalidad del verso.

Hijo del pintor John Butler Yeats y miembro de una antigua familia irlandesa protestante, estudió pintura en Londres y en Dublín. Pasó largas temporadas en el condado de Sligo, que le inspiró un enorme interés por las tradiciones populares irlandesas. En 1887, se trasladó, junto con su familia, a Londres, y allí descubrió el hinduismo, la teosofía y el ocultismo, interesándose por la magia, el movimiento rosacruz y el espiritualismo. Se relacionó con el grupo de escritores decadentes, reunidos en torno al Yellow Book.

Escribió poemas líricos y simbólicos sobre temas paganos irlandeses, como El peregrinaje de Oisin (1889), La isla del lago de Innisfree (1893) y el Libro de poemas irlandeses (1895), en un tono romántico y melancólico que él creía característico de los celtas. Escribió tambiénEl crepúsculo celta (1893), La rosa secreta (1897) y El viento entre los juncos (1899), basados en leyendas irlandesas.

En una visita a su país conoció a la patriota irlandesa Maud Gonne, de la que estuvo enamorado apasionadamente el resto de su vida. Ella inspiró gran parte de sus primeras obras y le introdujo en los círculos de irlandeses que luchaban por la independencia de su país. En 1896 regresó a Irlanda, donde entabló una profunda amistad con la autora teatral nacionalista lady Isabella Augusta Gregory, a la que visitaba a menudo en sus propiedades de Coole Parke, y junto con la cual viajó por Italia.

Con ella fundó el Teatro Nacional Irlandés en 1901, que más tarde se instalaría en el Abbey Theatre de Dublín. A través de su labor como director y autor, consiguió convertirlo en uno de los más importantes del mundo, y en centro principal del renacimiento literario irlandés. Sus obras de teatro están escritas para la compañía del Abbey. Al principio de su carrera teatral trató de establecer un nuevo género de drama romántico y lírico con elementos simbolistas y recuerdos populares de su Irlanda natal. Esto le distanciaba del resto de la dramaturgia europea de esos años, que seguía la estela del teatro de Ibsen.

En La condesa Cathleen (1892, representada en 1899) una noble heroína se ofrece en sacrificio cuando, durante una época de hambre, los Mercaderes del Demonio recorren el país comprando las almas por el precio del pan. En El país de nuestros anhelos (1894) se muestra a una mujer mortal escuchando la llamada de las hadas. En Cathleen Ni Houlihan (1902), el espíritu de Irlanda se simboliza en la figura de una pobre anciana que se transfigura en una joven con el aspecto de una reina. Otra obra breve de temática irlandesa es The Pot of Broth (1902), y pertenece a esta etapa Las aguas tenebrosas (1900, estrenado en 1904).

Las tres obras posteriores presentan un desarrollo mayor en cuanto a perfección dramatúrgica y claridad de pensamiento. El reloj de arena (1903) es una adaptación del género medieval de las Moralidades, y trata de un sabio que encuentra inútil la ayuda de su razón cuando se enfrenta con el misterio de la vida y de la muerte.

El umbral del palacio del rey (1904), en la que el tema es la función de la poesía, narra como un maestro de música, Seanchan, al ser afrentado por el rey, Guaire, decide sentarse en el umbral real sin comer ni beber hasta que muera, atrayendo así el oprobio sobre el palacio; los discípulos de Seanchan, en vez de persuadir a su maestro de que salve su vida, lo apoyan en su proclamación de los derechos de los poetas, y el pequeño drama concluye con una especie de peán cantado sobre el cuerpo muerto del músico poeta, que es llevado en una litera.

Una tercera obra de esta etapa es El Unicornio de las Estrellas (1907). Obras de temática irlandesa son En los siete bosques 1903); On Baile's Strand (1904); Deirdre(1906), una tragedia en verso; El yelmo verde (1910) yEl gato y la Luna. En ellas se pone de manifiesto el progresivo abandono del misticismo, que va siendo sustituido por un estilo más claro y comprometido.

Yeats se dio cuenta de que no podía llegar más lejos con este particular teatro romántico, así que se interesó por otras formas como modelos. Cuando escribe sus Cuatro piezas para bailarines (1916-1917, representadas en 1920), pretende hacer uso de todos los convencionalismos que están asociados con el teatro de Oriente. Emplea las máscaras, los coros, la danza y el drama tradicional No japonés, armonizado con las palabras; incluso intenta introducir el elemento retrospectivo y ritual, característico de este teatro oriental.

El género del No había comenzado a traducirse en Occidente desde 1913, gracias a la labor del secretario de Yeats en Sussex, el poeta estadounidense Ezra Pound. Las cuatro piezas son At the Hawk's Well (1916), The Only Jealousy of Emer (1916), The Dreaming of the Bones (1917) y Calvary (1917). En At the Hawks' Well(La fuente de los halcones), un anciano, moviéndose con gestos estilizados al redoble de un tambor, hace como si preparase fuego, mientras los músicos describen sus acciones y cantan en un coro. Estas obras tienen al héroe celta Cuchulain como protagonista y son dramas poéticos llenos de imágenes oníricas, más apropiados para representaciones cultas y elitistas, que para grandes teatros.

A medida que pasaban los años, el autor fue dedicándose cada vez más a la política activa. Entre 1922 y 1928 fue senador de la primera legislatura del parlamento del recién constituido estado de Irlanda. Durante sus años de vejez fue perfeccionando su estilo, aumentando en austeridad y economía. Sus últimas obras se consideran las mejores de su producción. En ellas se deja sentir la influencia de su esposa desde 1917, Georgie Hyde-Lees, una médium con un talento especial para la escritura automática. Una visión (1925) es un trabajo en prosa en el que Yeats intenta explicar la mitología, el simbolismo y la filosofía que había utilizado a lo largo de sus obras. En él se refiere a la lucha entre los contrarios (arte y vida, cuerpo y alma), situada en la base de su pensamiento.

Otras obras poéticas en esta línea son Los cisnes salvajes de Coole (1917), Innisfree, la isla del lago (The lake isle of Innisfree), 1924, La torre (1928), La escalera de caracol (1933), The Words upon the Window Pane(1934) y Purgatory (1938). Todo su trabajo, sea en prosa o en verso, es esencialmente poético. Sin dejar de revisar continuamente su producción, reveló algunos episodios de su vida en Autobiografías (1927) y Dramatis personae (1936). Sus dos últimas publicaciones fueronLuna llena en marzo (1935) y Últimos poemas y Dos obras de teatro (1939).

James Joyce



(Dublín, 1882 - Zurich, 1941) Escritor irlandés en lengua inglesa. Nacido en el seno de una familia de arraigada tradición católica, estudió en el colegio de jesuitas de Belvedere entre 1893 y 1898, año en que se matriculó en la National University de Dublín, en la que comenzó a aprender varias lenguas y a interesarse por la gramática comparada.

Su formación jesuítica, que siempre reivindicó, le inculcó un espíritu riguroso y metódico que se refleja incluso en sus composiciones literarias más innovadoras y experimentales. Manifestó cierto rechazo por la búsqueda nacionalista de los orígenes de la identidad irlandesa, y su voluntad de preservar su propia experiencia lingüística, que guiaría todo su trabajo literario, le condujo a reivindicar su lengua materna, el inglés, en detrimento de una lengua gaélica que estimaba readoptada y promovida artificialmente.

En 1902 se instaló en París, con la intención de estudiar literatura, pero en 1903 regresó a Irlanda, donde se dedicó a la enseñanza. En 1904 se casó y se trasladó a Zurich, donde vivió hasta 1906, año en que pasó a Trieste, donde dio clases de inglés en una academia de idiomas. En 1907 apareció su primer libro, el volumen de poemas Música de cámara (Chamber Music) y en 1912 volvió a su país con la intención de publicar una serie de quince relatos cortos dedicados a la gente de Dublín,Dublineses (Dubliners), que apareció finalmente en 1914.

Durante la Primera Guerra Mundial vivió pobremente junto a su mujer y sus dos hijos en Zurich y Locarno. La novela semiautobiográfica Retrato del artista adolescente(Portrait of the Artist as a Young Man), de sentido profundamente irónico, que empezó a publicarse en 1914 en la revista The Egoist y apareció dos años después en forma de libro en Nueva York, lo dio a conocer a un público más amplio.

Pero su consagración literaria completa sólo le llegó con la publicación de su obra maestra, Ulises (Ulysses, 1922), novela experimental en la que intentó que cada uno de sus episodios o aventuras no sólo condicionara, sino también «produjera» su propia técnica literaria: así, al lado del «flujo de conciencia» (técnica que había usado ya en su novela anterior), se encuentran capítulos escritos al modo periodístico o incluso imitando los catecismos. Inversión irónica del Ulises de Homero, la novela explora meticulosamente veinticuatro horas en la vida del protagonista, durante las cuales éste intenta no volver a casa, porque sabe que su mujer le está siendo infiel.

Una breve estancia en Inglaterra, en 1922, le sugirió el tema de una nueva obra, que emprendió en 1923 y de la que fue publicando extractos durante muchos años, pero que no alcanzaría su forma definitiva hasta 1939, fecha de su publicación, con el título de Finnegan's wake. En ella, la tradicional aspiración literaria al «estilo propio» es llevada al extremo y, con ello, al absurdo, pues el lenguaje deriva experimentalmente, desde el inglés, hacia un idioma propio del texto y de Joyce. Para su composición, el autor amalgamó elementos de hasta sesenta idiomas diferentes, vocablos insólitos y formas sintácticas completamente nuevas. Durante la Segunda Guerra Mundial se trasladó de nuevo a Zurich, donde murió ya casi completamente ciego.

La obra de Joyce está consagrada a Irlanda, aunque vivió poco tiempo allí, y mantuvo siempre una relación conflictiva con su realidad y conflicto político e histórico. Sus innovaciones narrativas, entre ellas el uso excepcional del «flujo de conciencia», así como la exquisita técnica mediante la que desintegra el lenguaje convencional y lo dobla de otro, completamente personal, simbólico e íntimo a la vez, y la dimensión irónica y profundamente humana que, sin embargo, recorre toda su obra, lo convierten en uno de los novelistas más influyentes y renovadores del siglo XX.

Enzaburo Oé


(Ose, Japón, 1935) Escritor japonés, premio Nobel de Literatura en 1994. Nació en una aldea de los bosques montañosos de Shikoku de la que su familia apenas había salido. Pasó la guerra allí, pero la voluntad de estudiar lo llevó a Tokio, en cuya universidad ingresó en 1954. Para ello tuvo que perfeccionar su japonés, pues hablaba una variante dialectal propia de la zona.

La vocación literaria de Oé nació en cierto modo de la necesidad de aliviar el desarraigo cultural y recuperar lo que él llama "la mitología de mi aldea". De esta época datan La presa, que le valió en 1957 el premio Akutagawa de novela corta, y Arrancad las semillas, fusilad a los niños (1958); en ambas traza un sombrío panorama de los efectos de la guerra en el idílico microcosmos rural.

En sus relatos y novelas suele abordar aspectos de la sociedad contemporánea desde un humanismo crítico, de raigambre existencialista. Su estilo directo, de frases breves y contundentes, se nutre de poderosas imágenes poéticas y abundantes reflexiones metafísicas. Se percibe en él la influencia de Dante, F. Rabelais, H. de Balzac, E. A. Poe o M. Twain, a los que estudió a fondo, pero también de J. P. Sartre, A. Camus, W. B. Yeats o W. H. Auden, por quienes profesa franca admiración.

Escribió diversos artículos y una novela autobiográfica, El muchacho que llegó tarde (1961), sobre la vida estudiantil en un Tokio que no consigue librarse de la alargada sombra de la ocupación estadounidense. Lo que subyace es el conflicto paradigmático del Japón contemporáneo entre modernidad y tradición. Pero allí donde Mishima, que a pesar de las diferencias ideológicas era amigo suyo, vuelve la vista atrás y añora las gloriosas épocas imperiales, Oé sueña con la democracia participativa.

No obstante, el punto de inflexión en su vida y su narrativa lo constituyó el nacimiento, en 1963, de su primer hijo Hikari, que padecía una malformación neurológica. Fruto del desconcierto y el dolor ante la minusvalía mental del niño pero, al mismo tiempo, del afán de superación y de la necesidad de dotarse de una ética privada, su novela Una cuestión personal (1964) narra, en términos crudos y sin concesiones, el descenso al abismo de un padre atrapado entre el fatalismo y la cínica opción de la huida hacia adelante. Ha regresado al tema de la relación con su hijo, uno de los dos ejes de su literatura, en los libros Dinos cómo sobrevivir a nuestra locura (1969), Las aguas han inundado mi alma (1973) y Despertad, jóvenes de la nueva era (1983).

El otro núcleo lo constituye la pervivencia del cuerpo de mitos y leyendas rurales de su infancia y juventud en el marco de la cultura urbana contemporánea, que vertebra obras como El grito silencioso (1967), Juegos contemporáneos (1979) o Cartas a los años de la nostalgia (1986). Inspirándose en la poesía de Yeats, escribió una trilogía titulada A flaming green tree y, antes de recibir el premio Nobel, libros como M/TLa historia maravillosa del bosque o la novela de ciencia ficción La torre del tratamiento (1990), así como numerosos artículos y ensayos. Destaca en especialNotas sobre Hiroshima, escrito tras entrevistar a diversos supervivientes de la tragedia atómica.



Fuente: www.biografiasyvidas.com